domingo, 16 de junio de 2013

Factores que influyen en la sexualidad del adolescente:

 La adolescencia, es el periodo en el cual con mayor frecuencia se inicia la actividad sexual; en la mayoría de los adolecentes es la etapa en la que la conducta sexual está sujeta a la multitud de influencias que pueden favorecer una disminución del control de la situación y una mayor desprotección frente al embarazo no deseado, y no solo esto, también se encuentran las infecciones de transmisión sexual, de las cuales podemos mencionar, sífilis, gonorrea, que son las más frecuentes. Debe tomarse en consideración que en vista de la inexperiencia y la inmadurez frente a la sexualidad, no se toma en cuenta el uso de preservativos y/o métodos anticonceptivos de barrera lo cual predispone aunado a la promiscuidad a infecciones aun mas graves como el síndrome de inmunodeficiencia humana (VIH, SIDA). 
La conducta sexual de los adolescentes es un ímpetu juvenil, un despertar hormonal: el descubrimiento del placer físico y emocional que produce el intercambio con el sexo opuesto, acompañada en ocasiones con un apetito sexual desenfrenado e impulsivo, la sexualidad en los jóvenes suele provocar ansiedad y en casi todos los casos se pone en práctica sin planificación, mayormente por presiones de grupos y no por iniciativa individual. 
El deseo sexual, diferente a la respuesta fisiológica ante una estimulación aparece con los cambios físicos y hormonales que experimenta el cuerpo entre los 12 y 15 años de edad cuando el organismo comienza a producir testosterona (en los varones) y estrógenos (en las mujeres), dos de las principales hormonas relacionadas con el aumento de la líbido ambos tienen la necesidad de compartir con el sexo opuesto: las muchachas exteriorizan el deseo a través de los sentimientos y los muchachos a través de la curiosidad sexual, sin embargo como a esa edad, por lo general, aun no se tienen las habilidades para acercarse a una pareja, las fantasías permanecen contenidas.

martes, 11 de junio de 2013

Causas de los Problemas Sexuales

Es importante conocer las causas de los problemas sexuales porque así podemos entender la elevada frecuencia de estos trastornos en nuestra sociedad.

En términos generales podemos agrupar algunos factores que propician y predisponen al paciente a sufrir una disfunción sexual.

Problemas de pareja: En nuestra cultura, la sexualidad está íntimamente ligada al aspecto emocional, de manera que en las parejas habituadas al conflicto, donde aflora la hostilidad y la violencia, es común que uno de los dos o ambos experimenten problemas sexuales.

Problemas ambientales: Las casas suelen ser diseñadas sin tener presente el aspecto sexual. Con frecuencia, los cuartos maritales tienen paredes delgadas o incompletas de manera que se escucha en toda la casa lo que acontece en el cuarto marital y eso tiende a inhibir la respuesta sexual, más aún cuando en la misma casa viven otros adultos como hermanos, padres o la empleada doméstica.

Problemas hormonales: Algunos estudios indican que el 50% de los problemas sexuales son producto de alteraciones hormonales, que pueden ser resueltos fácilmente con tratamientos específicos, tal es el caso de las enfermedades de la tiroides, de la hipófisis, la diabetes entre otros.

Problemas de formación: Algunas personas fueron educadas con esquemas y valores que califican a la sexualidad como degradante, enfermiza y perversa. Desde pequeñas fueron aleccionadas en comprender la esfera erótica de manera negativa, al extremo que luego en su etapa adulta no pueden deshacerse de esos conceptos y se ven imposibilitadas a disfrutar de los placeres del sexo.

Alteración sexual en la pareja: Es sumamente frecuente que si uno de los dos padece una alteración sexual, al cabo de un tiempo, el otro miembro de la pareja, experimente problemas sexuales. Tal es el caso de la eyaculación precoz, la cual propicia que la mujer no encuentre deleite sexual; o la mujer que sufre de una ausencia de deseo sexual afecte el apetito sexual del varón y hasta la calidad de sus erecciones.

Problemas de técnica: Hay parejas que son poco diestras en esta materia y fallan en los detalles que son indispensables para el buen deleite, sirva de ejemplo las parejas que tienen relaciones sexuales después de todas las faenas del día, cuando el sexo tiene que competir o lidiar con el cansancio o el sueño. Ejemplifica también el caso de las parejas que ni siquiera apagan el televisor, y en medio acto sexual están pendientes de la programación.

Drogadicción: Quizás uno de los problemas más subestimados sea la adicción a las diversas drogas. Son muchos los hogares que sucumben ante estos tóxicos y desde luego que la sexualidad se ve altamente perjudicial en tal situación. El alcoholismo disminuye de manera categórica el rendimiento sexual, además de que rara vez a las personas les gusta tener una relación sexual con un alcohólico. Las drogas mayores como la marihuana, la cocaína o el crack, alejan tanto de la realidad al individuo que en general se describe que su rendimiento sexual suele ser paupérrimo.

Medicamentos: Las personas casi nunca recuerdan el nombre de los medicamentos que toman, aún cuando los hayan tomado por años, y menos aún que conozcan los efectos secundarios. Son muchos los medicamentos que pueden provocar problemas sexuales, como alteraciones en la erección, disminución en el apetito sexual, problemas eyaculatorios entre otros. Más grave es la situación usual en la que el paciente teniendo el problema sexual desde que toma el medicamento, no lo menciona en las consultas de control y a veces hasta lo niega cuando el médico se lo pregunta directamente.

Abusos sexuales en la infancia: Por mucho tiempo se creyó que casi todas las personas que sufrían un problema sexual sufrieron una violación en la infancia. Hoy sabemos que no, que la mayoría de los problemas sexuales responden a las otras causas que hemos mencionado y que afortunadamente los abusos sexuales no suelen ser la causa de los problemas sexuales del adulto.

Problemas psicológicos: El ritmo de vida, y el grado de tensión que implica el convivio diario ha condicionado una frecuencia cada vez mayor de problemas psicológicos, como cuadros depresivos, cuadros de ansiedad, angustia, problemas de personalidad, reacciones de ajuste, neurosis, las cuales buena parte de las veces se acompañan de importantes alteraciones en la esfera sexual, de ahí la importancia que el manejo integral de estas enfermedades se vele por el desempeño sexual.

sábado, 1 de junio de 2013

QUE ES LA SEXUALIDAD?
La sexualidad está conformada por los elementos biológicos, es decir, el sexo; los psicológicos, como es el sentirse y pensarse como hombre o mujer; y los sociales, que hacen referencia al comportamiento que establece la sociedad para cada sexo. Entonces se puede entender por sexualidad a la forma en la que cada ser humano se manifiesta como hombre o como mujer, de acuerdo a las normas y valores propios de su cultura y de su época.
Así pues, los seres humanos en todas sus acciones manifiestan su sexualidad, desde la forma de vestir, hablar, caminar, etcétera, hasta en aquéllas en que se demuestran los afectos, las relaciones con los demás y la búsqueda de la intimidad y del placer. Al igual que con la palabra sexo, en muchas ocasiones el término sexualidad se ha usado para referirse sólo a las actividades que tienen que ver con el placer sexual; sin embargo, como ya se mencionó, la sexualidad forma parte de cualquier expresión humana, ya sea con búsqueda de placer sexual o sin ella.
La sexualidad se va modificando en cada etapa de la vida del individuo, y está básicamente determinada por el aprendizaje adquirido en el medio que le rodea. Es por eso que de una edad a otra los intereses sexuales van cambiando, coincidiendo generalmente con los cambios corporales. La sexualidad al irse construyendo ofrece la posibilidad de modificarse para permitir un mejor desarrollo del ser humano.
La sexualidad está conformada por los elementos biológicos, es decir, el sexo; los psicológicos, como es el sentirse y pensarse como hombre o mujer; y los sociales, que hacen referencia al comportamiento que establece la sociedad para cada sexo. Entonces se puede entender por sexualidad a la forma en la que cada ser humano se manifiesta como hombre o como mujer, de acuerdo a las normas y valores propios de su cultura y de su época.
Así pues, los seres humanos en todas sus acciones manifiestan su sexualidad, desde la forma de vestir, hablar, caminar, etcétera, hasta en aquéllas en que se demuestran los afectos, las relaciones con los demás y la búsqueda de la intimidad y del placer. Al igual que con la palabra sexo, en muchas ocasiones el término sexualidad se ha usado para referirse sólo a las actividades que tienen que ver con el placer sexual; sin embargo, como ya se mencionó, la sexualidad forma parte de cualquier expresión humana, ya sea con búsqueda de placer sexual o sin ella.
La sexualidad se va modificando en cada etapa de la vida del individuo, y está básicamente determinada por el aprendizaje adquirido en el medio que le rodea. Es por eso que de una edad a otra los intereses sexuales van cambiando, coincidiendo generalmente con los cambios corporales. La sexualidad al irse construyendo ofrece la posibilidad de modificarse para permitir un mejor desarrollo del ser humano.
QUE ES EL SEXO?
 La palabra sexo es utilizada frecuentemente para designar diversas cosas. Por ejemplo, cuando se nos pregunta cuál es nuestro sexo, acertadamente respondemos hombre o mujer; sin embargo, la palabra sexo regularmente se utiliza para referirse a actividades que tienen que ver con la obtención de placer sexual.
Según el diccionario* sexo se define como la “...propiedad según la cual pueden clasificarse los organismos de acuerdo con sus funciones reproductivas”. También la definición de la Real Academia**, refiere al sexo como la “condición orgánica que distingue al macho de la hembra, en los animales y en las plantas”.
Estrictamente hablando, el sexo es el conjunto de características biológicas que diferencian al macho de la hembra y que al complementarse tienen la posibilidad de la reproducción.
Estas características biológicas no se refieren sólo a los órganos sexuales, sino también a diferencias en el funcionamiento de nuestros cuerpos.
Precisamente, las diferencias de los organismos del hombre y la mujer, son las que permiten que, al unirse sus células sexuales, exista la posibilidad de la reproducción.